El otro día tenía pensado hacer una lasagña con requesón en vez de bechamel (sale riquísima y ligera) pero me dio pereza al final y tengo dos tarrinas de requesón caducada hace una semana. En vez de tirarlas que me da pena, he decidido arriesgar mi salud por una buena causa. Ya que no me ha pillado el coronavirus no voy a caer presa de una diarrea brutal por un inofensivo requesón. Si no vuelvo a escribir y veis que huele el blog a tierra recién removida ya tenéis un motivo, otro podría ser que cada día me da más pereza escribir.
Al grano, ¿Qué tengo en la nevera?, pues un puñado de champiñones, unos calabacines y el requesón. Pues estos son los ingredientes base. De los champis podría prescindir, solo tengo media docena, así que no le van a aportar mucho. Los pongo para no tener que tirarlos mañana.
Ingredientes (para 4 personas)2 calabacines
4 dientes de ajo
200 g de requesón
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de orégano
Queso parmesano
Preparación
He lavado los calabacines y los he costado a lo largos con un pelador de patatas, para sacar laminas finas. Los he dejado reposar con un poco de sal unos 10 minutos.
Como variación se me ocurre, y para dar más sabor añadir unas lonchas de bacón. Tampoco es necesario el horno, se puede espolvorear con bien de parmesano (o similar) por encima y una loncha de bacón bien frita... (que pesado con el bacón). Incluso con un poco de carne picada y tenemos un estupendo plato único.
Bueno voy a comer que se enfría. Que aproveche.


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