Como estoy de antojos, venciendo la culpa y usando el original argumento de "un día es un día" el otro día compre un poco de tocineta, para hacer unos torreznos, casi nada. Y además, de mi reciente viaje a Budapest tengo una buena cantidad de paprika picante en polvo, así que he decidido unir estos tres vicios en uno. A ver que sale.
Ingredientes:
- 300 gramos de macarrones un poco gorditos.
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 6 tomates naturales
- 1 poco de tomate triturado
- Media cucharadita de paprika picante o si no un poco de cayena. Ojo, esto al gusto, a mi me gusta picante.
Primero, en una sartén con aceite, hacemos los torreznos bien fritos. Como se ve en la foto yo los hago en trozos pequeños. Con cuidado que salta bastante. Una vez fritos, es inevitable comernos alguno (madre mía que ricos y adelgazantes) y reservamos el resto. Tiramos un poco de grasa de la sarten dejando solo la justa para rehogar la cebolla.
Echamos la cebolla y el ajo y lo rehogamos en el aceite que hemos dejado Al poco lo juntamos con los torreznos que hemos reservado y los movemos hasta que le cebolla se termine de hacer. Yo le pongo entonces un pequeño chorrito de vino blanco y dejo que se consuma.
Echamos los tomates pelados y picados. Para que tenga un poco de fondo agregamos el tomate triturado.
Llega el gran momento de estrenar la paprika. Media cucharadita o al gusto. Si no tenéis pues cayena.
Dejamos cocer todo un poco. Modificamos de sal, pero os aviso que entre los torreznos y la paprika no va a necesitar mucho o nada. No lo he dicho pero a la vez cocemos los macarrones. Servimos y espolvoreamos un poco de parmesano rallado y alguna hierba si tenemos, por ejemplo albahaca.
Con una buena copa de vino a disfrutar. Mañana seguro que habrá tiempo de ir al gimnasio.





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